viernes, 31 de octubre de 2008

Pedro y el Lobo


Pincha en el enlace y descárgate el cuento de Pedro y el Lobo para poder verlo animado ¡y con música! Pedro y el Lobo

martes, 14 de octubre de 2008

¿Recuerdas...?

¿Te acuerdas de aquel tiempo, cuando las decisiones importantes se tomaban mediante un práctico "Pito pito gorgorito, dónde vas tú tan bonito, a la era verdadera... pim pom fuera!"?

Se podían detener las cosas cuando se complicaban con un simple..."No ha valido".

Los errores se arreglaban diciendo simplemente... "Empezamos otra vez".

El peor castigo y condena era que te hicieran escribir 100 veces "No debo...".

Tener mucho dinero, solo significaba poder comprarte un helado... o una bolsa de chucherías a la salida del cole...

Hacer una montaña de arena, podía mantenernos felizmente ocupados durante toda una tarde...

Para salvar a todos los amigos... bastaba con un grito de... "¡Por mí y por todos mis compañeros!".

Siempre descubrías tus más ocultas habilidades, a causa de un "¿A que no haces esto?".

No había nada más prohibido que jugar con fuego...

"¡Tonto el último!" era el grito que nos hacía correr como locos... hasta que sentíamos que el corazón se nos salía del pecho...

El polis y cacos era solo un juego para el recreo, y por supuesto era mucho más divertido ser ladrón que policía...

Los globos de agua eran la más moderna, poderosa y eficiente arma que jamás se había inventado...

La mayor desilusión era solo haber sido elegidos últimos para el equipo del cole...

Los hermanos mayores, eran el peor de los tormentos, pero también los más celosos, fieles y feroces protectores.

Nunca faltaban los caramelos que tiraban los reyes en Navidad, ni el dinero que nos dejaba el ratoncito Pérez bajo la almohada...

"Guerra" solo significaba arrojarse tizas y bolas de papel durante las horas libres en clase...

Los helados constituían el grupo de los alimentos básicos y esenciales...

Tu bici se transformaba en una poderosa súper moto con solo poner unos cartones en la horquilla para que hicieran ruido contra los radios.

Quitarle las ruedas pequeñas a la bici significaba un gran paso en tu vida....

El mayor negocio del siglo era conseguir cambiar los diez cromos repetidos por el que hacia tanto tiempo que buscabas...

Hacer cabañas con ramas cuando íbamos de excursión al campo nos entretenía durante horas... hasta que venían a avisarnos de que teníamos que marchar y llorábamos desconsolados...

Todos te admiraban si lograbas cruzar la comba mientras saltabas...

Era un gran tesoro si encontrabas trozos de escayola y podías dibujar "el tejo" en el suelo para jugar...

Lo más divertido: saberte la coreografía de Xuxa y bailarla con tus amigas o comentar el último capítulo de "Campeones" e intentar imitar la "Catapulta infernal" con tu mejor amigo...

Sentarnos frente al televisor a las 5 en punto con los ojos desencajados y ver "Barrio sésamo".
Creerte superman o supergirl y ponerte el "babi" del cole a modo de capa mientras subías en cualquier escalón y deseabas con todas tus fuerzas poder volar como ellos...


Todas estas simples cosas nos hacían felices, no necesitábamos nada más... un balón, una comba y dos amigos con los que hacer el ganso durante todo el día...


Si podéis recordar la mayoría de estas cosas y he conseguido que sonríais, entonces significa que habéis tenido una infancia feliz... y que todavía os queda dentro algo del niño que éramos no hace tanto tiempo...

¿Por qué el amor es ciego y la locura lo acompaña siempre?

EL ESCONDITE

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres.

Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, la LOCURA, como siempre tan loca, les propuso:

- ¿Jugamos al escondite?

La INTRIGA levantó la ceja intrigada y la CURIOSIDAD, sin poder contenerse, preguntó:

- ¿Al escondite? ¿Y cómo es eso?

- Es un juego – explicó la LOCURA – en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes al que encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego.

El ENTUSIASMO bailó secundado por la EUFORIA.

La ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a la DUDA, e incluso a la APATÍA, a la que nunca le interesa nada.

Pero no todos quisieron participar. La VERDAD prefirió no esconderse, ¿para qué?, si al final siempre la hallaban, y la SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido suya), y la COBARDÍA prefirió no arriesgarse…

- Uno, dos, tres… - Comenzó a contar la LOCURA.

La primera en esconderse fue la PEREZA, que, como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino.

La FE subió al cielo, y la ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.

La GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: que si un lago cristalino, ideal para la BELLEZA; que si el bajo de un árbol, perfecto para la TIMIDEZ; que si el vuelo de una mariposa, lo mejor para la VOLUPTUOSIDAD; que si la ráfaga de viento, magnífico para la LIBERTAD. Así que terminó por ocultarse en un rayito de sol. El EGOÍSMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo…pero sólo para él.

La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (¡mentira!, en realidad se escondió detrás del arco iris), y la PASIÓN y el DESEO en el centro de los volcanes. El OLVIDO… ¡se me olvidó donde se escondió!…pero eso no es lo importante.

Cuando la LOCURA contaba 999.999, el AMOR todavía no había encontrado un sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado, hasta que divisó un rosal y enternecido, decidió esconderse entre sus flores.

- ¡Un millón! – contó la LOCURA y comenzó a buscar.

La primera en aparecer fue la PEREZA, sólo a tres pasos de la piedra. Después se escuchó a la FE discutiendo con Dios en el cielo sobre Zoología. Y a la PASIÓN y al DESEO los sintió vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a la envidia y, claro, pudo deducir donde estaba el TRIUNFO. Al EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo; él solito salió disparado de su escondite, que había resultado un nido de avispas. De tanto caminar sintió sed y, al acercarse al lago, descubrió a la BELLEZA. Y con la DUDA resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de qué lado esconderse.

Así fue encontrando a todos el TALENTO entre hierba fresca, la ANGUSTIA en una oscura cueva, la MENTIRA detrás del arco iris y hasta el OLVIDO, al que ya se le había olvidado que estaba jugando a los escondidos.

Pero sólo el AMOR no aparecía por ningún sitio. La LOCURA buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyo del planeta, en la cima de las montañas y, cuando estaba por darse por vencida, divisó un rosal y las rosas…

Y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido en los ojos al AMOR. La LOCURA no sabía que hacer para disculparse; lloró, rogó, imploró y hasta prometió ser su lazarillo.

Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en la tierra…


* El amor es ciego y la locura lo acompaña siempre *

MARIO BENEDETTI