martes, 17 de mayo de 2011

Crónica de la Retreta 2010

De espectadora... a deshollinadora. Crónica de la Retreta 2010

Cada año el día 7 era igual que el anterior: tras una calurosa ofrenda, una ducha fresquita y una siesta interminable, me ponía mi traje de festera y salía a ver la Retreta. La verdad, no le daba mayor importancia a este desfile, ya que cada año se repetía lo mismo: un segundo carnaval de gente con varias copas de más disfrazada a veces sin ton ni son; así que me limitaba a buscar sin mucho afán aquella crítica “curiosa” que destacara entre las demás.

El 7 de septiembre de 2009, como cada año, compramos pizzas y cenamos en casa mientras veíamos pasar los primeros farolillos que abrían el desfile de la Retreta. Pero no era una Retreta más. En un parón del desfile se oía a lo lejos fuertes aplausos y música que no era de charanga, y cuál fue mi sorpresa al ver pasar a un grupo considerable de zombis increíblemente logrados, acompañados de un Michael Jackson más vivo que nunca y coordinados al son de Thriller.

Quedé tan sorprendida, como el resto de Villena, de ver esta crítica, este baile, esta puesta en escena tan espectacular, que enseguida felicité a muchos de los zombis que conocía (me permito señalar que ellos estaban igual o más sorprendidos de la buena acogida del pueblo, que no sabían cómo iba a reaccionar y por supuesto, ni se imaginaban que les sería concedido el Premio, merecidísimo por la gran dedicación e ilusión con la que desfilaron).

A principios del pasado agosto nos citaban para la reunión de la Retreta 2010. De 50 pasamos a ser 80 personas, jóvenes con mucha ilusión y ganas de organizar algo grande, y sobre todo, de pasarlo bien. Sabíamos que este año mucha gente nos esperaba, así que teníamos que trabajar mucho. Tema y crítica elegidos por los veteranos, que con la experiencia del año anterior estaba todo mucho más organizado y con más ideas y recursos, y sobre todo, con más tiempo para dar a Villena el desfile que se merece el día 7 de septiembre.

Y así pasamos las noches de agosto, ensayando casi a diario por los tejados de Villena con nuestra inseparable escoba, ansiando que llegara el esperado día, y al mismo tiempo que no llegara, para que aquellas noches de trabajo, cansancio y muchas, muchas risas no acabaran.

Pero mereció la pena. El día 7 llegó y, tras coger fuerzas con una merienda cortesía de la comparsa, los deshollinadores inundamos las calles de Villena a ritmo de nuestro achoperigallo, algo marranetes, pero todos al compás.

Y por segunda vez consecutiva Primer Premio, gracias a la Peña “La Golica”, y al apoyo del público, que nos motiva a intentar superarnos cada año.

Desde aquí agradecer a todos aquellos que colaboraron para que este proyecto pudiera salir adelante con tanto éxito: desde Bert, Celia Poppins, niños y deshollinadores hasta la grabación y la contratación del sonido, el diseño y colocación de la pancarta, la elaboración y reparto de panfletos, la construcción del carro y transporte, la compra de las boinas, las chapas… y sobre todo a nuestro “presi”: Jorge, o el Sevilla, como queráis, que sin él todo esto no sería posible (bueno, y sin todos nosotros tampoco, ¡que conste!).

Y a la pregunta ¿este año qué?… dicen que una imagen vale más que mil palabras… así que solo me queda por decir: “¡Pencas de la Laguna y Nabos del Pinar, ¿a qué hemos venido?! … ¡A BAILAR! ¡AU, AU, AU!”.

Eva Hernández Micó

jueves, 24 de marzo de 2011

Premio Extraordinario de Fin de Carrera

"Querida amiga:
En primer lugar quisiera felicitarle por el Premio de Diplomatura que le ha sido concedido. Por tal motivo en el acto académico de Santo Tomás de Aquino que se celebrará el próximo diá 28 de enero a las 11:30 horas en el Paraninfo de la Universidad, le será entregado el diploma acreditativo de dicho premio. [...]"

Así me enteré de que era Premio Extraordinario de Fin de Carrera. Así me enteré que había sido elegida la mejor de la promoción. Con una carta. Tuve que llamar a la Facultad para corroborar que no había sido un error, ya que no había recibido notificación alguna antes. 

Y llegó el día 28 de enero. Y me acordé del acto de graduación de hacía medio año aprox. Y nos tragamos un tostón sobre la gasolina y la filosofía de los dos Honoris Causa (que sí, felicito por su nombramiento, pero nadie negará que no fue un tostón). 
Y lo mejor: me reencontré con Edu, también premiado. El primero con el que me relacioné en la UA esos primeros días de carrera, de nervios y ganas, y el último con el que he compartido la carrera. Qué curioso.



Y me nombraron. Y me entregaron el Premio. Y me devolvieron las tasas del Título (jaja). Y me fui a mi casa. Bueno, primero a Carrefour para comprar pizzas. Ya está. Volví igual que me fui, pero con un Premio que nunca imaginaba bajo el brazo (más bien en una carpeta, pero la frase hecha es así Ü). Y más contenta.

viernes, 14 de enero de 2011

Soy maestra

Cuando digo que soy maestra la gente, en general, responde con un ¡ah!, tan soso, que me gustaría exclamar: